miércoles, 30 de enero de 2008

Acero

Soy acero y en mis venas se comunican ya las líneas de lluvia…
y entonces cuando siento,
el acero se retuerce en mi corazón
y vibra espantado por su frío contacto.

Sólo cuando me fundo nacen lágrimas grises y brillantes,
sólo entonces puedo hacerlo,
mientras dejan su negro rostro en mis mejillas.

Es el momento en el que puedo desaparecer,
y no regresar,
dejando por el camino agujeros de metal fundido…

Soy acero,
así que no te lamentes, padre,
que no sufro,
que puedo levantar ciudades enteras de vida,
y de lágrimas fundidas por ti.

Tengo acero en las venas,
así, que ni sufro ya aunque no estés,
y todo porque seguimos hablando,
y estos arañazos que ves apenas puedo sentirlos…

Soy acero…
Acero o nada…


Para mi padre, el gran Rafael J. Salom Serra,
Y para las miles de personas a las que ayudó a ser un poco más felices



Por otra parte, Durban me dice algo:

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En cualquier caso, los dos tenemos algo que deciros: GRACIAS¡¡¡

4 comentarios:

  1. Soy poco dado a la poesía pero me encanta tu blog , deberías publicitarlo un poco, que no se pierda el talento.
    Saludos

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  2. he tomado prestado tu posesía titulada "El tormento y el amor" como regalo a mi reciente ex-novia... gracias.

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  3. "El trapecista miedoso". Un cuento precioso. Te lo dice el ropietario de la era de las gallardas.

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  4. Hace falta actualizarlo.. eh? je je

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Ponlo, dilo, grítalo, apunta, señala

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