martes, 29 de abril de 2008

Amigos y seguidores de MundoDurban, tenemos el placer de anunciaros que el Próximo día 2 de Mayo estaremos en la Feria del Libro de Valencia (Jardines de Viveros), de 18 a 20:00 firmando libros (Caseta de FUTURAMA, NÚMERO 16).
Más que firmando libros, lo que haremos será responder a cuantas preguntas haya sobre las distintas partes del cielo, sus atajos, escondites, situaciones especiales de transmutación y sobre todo, la forma de conseguir un visado para entrar y salir a voluntad. Además enunciaremos algunas fórmulas mágicas y encantamientos tradicionales. Habrá horchata y fartons de cortesía, y algunas sorpresas más¡¡¡ os espero a todos.
Todos los que asistáis pasaréis a formar parte de MundoDurban de forma automática....
PD: La primera edición de El cielo de Malcolm está a punto de agotarse (para ser exactos, quedan 23 ejemplares coma dos)... Nos estamos pensando hacer otra tirada, pero eso, evidentemente, no está en nuestras manos, sino en las vuestras. Es decir, haremos lo que nos pidáis....besos y abrazos

jueves, 24 de abril de 2008

Mi pueblo

dedicado a mi hermano Borja, porque le quiero...

...y a Manolo Peña, porque también...





Mi pueblo
Mi pueblo es pequeño. Tanto, que a veces puedes recorrer sus calles sin encontrarte a nadie. Otras veces, sin embargo, paseo y descubro una casa nueva, que no estaba y que de pronto ha aparecido, o en la que apenas me había fijado. Sólo entonces empiezo a imaginarme quién vive en ella, e incluso en quién colocó esa piedra o la otra, y también las conversaciones que tuvieron los que la situaron precisamente allí y no en otro lugar, porque si de algo estoy seguro es que fueron como mínimo dos personas, o quizás más. Así que cambio de opinión y pienso que mi pueblo es infinito, que no se acaba, y que no puede acabarse, porque entre otras cosas, cada piedra, cada poyo, cada granero, está preñado no sólo de una, sino de varias historias. Algunas las he visto, otras las he escuchado y otras las he imaginado, aunque después sé que serán exactamente como las he visto en sueños.
Mi pueblo tiene lugares que sólo yo he visitado, o al menos, eso creo. Como el punto exacto desde la cuesta de los pinos donde se juntan en el horizonte el pararrayos de la iglesia y la torre más alta del castillo. Porque, aunque no lo creáis, mi pueblo tiene un castillo, de esos misterios y soberbios, nada menos que del siglo XIII, testigo de dominios de señores y luchas despiadadas por controlar ésta, una de las fronteras más poderosas del Norte y bastión de las guerras contra Castilla; testigo del de los que lo admiran, desde bajo, pegados a la tierra que pisamos.
Os contaré un secreto. Cuando cumplí ocho años, mi abuelo, un hombre sobrio, delgado y sereno, con la cara angulosa y los rasgos marcados por el viento del Moncayo, me regaló un reloj y se dirigió a mí para contarme algo importante. No solía hablar mucho, por lo que me quedé paralizado, escuchando lo que sin duda sería algo grande. Me cogió del hombro, me sentó a su lado, y me dijo que si alguna vez subía al castillo, además de quedarme contemplando la belleza recia de su estructura y la dureza casi sobrenatural de sus piedras, escribiera tres deseos en un papel cualquiera y que lo escondiera entre algunas de las sus rocas. Después, me tapó los ojos con su mano y me dijo que, si prestaba mucha atención, podría escuchar el ruido del puente levadizo al caer y el resoplido de cientos de caballos entrando por su portón.
Lo siguiente que deberás hacer, dijo, no importa el tiempo que tardes en hacerlo, ni siquiera el que haya pasado, es, sin prisas, subir al castillo y buscar el papel para ver cuáles de tus deseos se han cumplido y cuáles no. Para los que se hayan cumplido tendrás que reservar una sonrisa y una felicidad profunda y contagiosa para todos los que conozcas, y también entre los que no. A ellos, precisamente, les ayudarás a ver que algo bueno les espera. Y para aquellos a los que el destino todavía no les haya llamado a tu lado, como le gustaba decir, deber buscar la fuerza necesaria, aun de donde jamás lo hubieras pensado, para volver a subir y esperar que, al menos uno de ellos, te depare una nueva sorpresa.
Durante años seguí con el ritual de subir hasta la parte más alta del castillo, siempre solo, con la piel de gallina asomando entre las mangas, esperando que alguno de los deseos se hubiese cumplido. Confieso que no siempre fue así, pero cuando se cumplía alguno sentía un tintineo tan especial que se convertía en la alegría del año.
La última vez que lo hice fue hace unos siete años y, por las desventuras y trajines desconcertantes y ondulantes de la vida, hasta este verano no había vuelto a subir. Siempre he recordado aquella conversación, así que hace tan solo unos días subí, busqué mi trocito de papel arrugado y lo abrí. Tenía dudas, porque en un primer momento pensé que ninguno de los deseos se había cumplido. Pero al bajar, todavía con el terciopelo frío acariciando mi cuello y los pies señalados por las rocas, recordé la última frase de la conversación. Fue justo cuando me encontraba con los míos y me encontré con una mirada, y pegada a ella, una sonrisa inesperada. Sólo entonces, después de tantos años, la pude comprender y me di cuenta de que había alguien más que conocía mi secreto. Tus deseos pueden no cumplirse siempre, o puede que tarden mucho más de lo que pienses, pero quédate tranquilo, si alguna vez, el castillo, por la razón que sea, aparece teñido de blanco, sin duda se cumplirán. Entonces me giré y lo vi, soberbio y mágico, imponente, como siempre…


Mi pueblo es Tornos y está en Teruel

Que sí, que sí

lunes, 14 de abril de 2008

Presentación "El cielo de malcolm"

Gracias a todos por hacer de ésta, una noche mágica

miércoles, 9 de abril de 2008

Presentación El Cielo de Malcolm

La presentación de El Cielo de Malcolm, así como su acogida en general, ha sido mucho mejor de lo que Durban y yo jamás hubiéramos esperado. Todos los que asistieron lo hicieron rebosantes de cariño y ternura. Pero para no alargarme os diré que hubo 4 actos principales:

1.Introducción musical
















2. Bautizo del libro, donde todo parecía bastante respetable menos el cura...(je, je...)



3. Algunas preguntas y pocas respuestas acerca del libro








4. Combate poético y hasta luego musical

combate poético:(Durban, Manolo -árbitro- y Durban)

Sólo resta dar un abrazo y varios besos a todos los que vinieron y a los que de corazón ya están con nosotros siempre. Pero en especial a la entrega de Manolo, Fidel, Juan, Carlos y toda su família (Jesús padre estuvo inmenso en la coordinación de luces y del escenario), Tono por su experta coordinación musical y por el amplio y maravilloso reportaje gráfico, Sergio y Borja (¡Vaya blog se marca el colega!), mis hermanos y mis brazos y mis piernas, y Cristina, Begoña, Delia, Nacho, Esteban (no eres el de la era, je, je...), Belén (sé que estabas de corazón), Carmen Gómez (también tú, desde Bolivia, como Esther Roig), Clara, Belén, Salva y el resto de colegas de Russafa, Vicente, Cristina y Maria José desde Moncada City, y a la "Otra" Maria José, Edel y Vicente (y lo ellos saben...), Rubén y Xirimita Ferrán, dos genios de la comunicación y sin los cuales posiblemente ni Durban ni yo estaríamos aquí, Víctor y Ana, Julio y Alicia, Óscar y Marta, haciendo honor a su amor compartido conmigo por Tornos (Teruel), Jorge, Víctor y compañía, gracias por dejarme estar en el equipo, y a Maryline, y a Luz, Patri, Luismi y Dani, que os puse falta¡¡¡¡ y al resto, también, incluidos los colegas y amigos Edu, Luís, Maite, Salva, etc...besos y abrazos y, buenos, más besos...............
A los que dejaron en casa cualquier sentido del ridículo y se unieron a la celebración y a los que acudieron a pasárselo bien..(seguro que faltan muchos, perdón de nuevo)













…..El Cielo de Malcolm ha nacido, ahora ya parece imparable GRACIAS

domingo, 6 de abril de 2008

Voy Buscando

Voy buscando

Como todavía no encontré el barco para atravesar mares,
voy entrenándome pidiendo a las olas
que me ayuden a cruzarlos hasta llegar
a las islas que me enseñaste.

Como todavía tengo mi castillo en construcción,
voy robando materiales del cielo,
ladrillos de algodón de las nubes,
y algunas piedras de la escalera del paraíso.

Como el submarino se quedó allá abajo,
mientras coleccionaba conchas de colores,
voy pidiendo a los delfines y a las sirenas que
me cuenten cómo es todo en el fondo del mar

Como el agua se terminó,
no tendremos más remedio que
aprender a beber de nuestros besos,
porque el resto ya no nos sirve.

Como aún tengo disparates para regalar,
y no estoy preparado para el examen de los magos,
voy buscando soluciones a los encantos
que me propone el sabor de tu piel.

Como aún tengo la mente de leche,
que no he tenido tiempo de cambiarla,
pienso oponer plena resistencia
a que me obligues a dejar de soñar contigo.
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