
El vuelo del cóndor
Si alguna vez penetras por descuido en el castillo oscuro de lo sentimientos,
si de pronto no alcanzas a ver más allá del cielo
y el frío del silencio te gana la espalda…
Si el vuelo del cóndor es ya tan alto que apenas puedes verlo,
y el olor salado del mar no penetra ya en tus sentidos…
No temas, hay quien seguirá a tu lado pase lo que pase,
porque no le importa si eres verde, roja o amarilla,
si disfrutas con el susurro de los pájaros
o si lloras al ver morir el sol.
Porque al que escribe estas letras no le importan las reglas,
ni siquiera tu forma de atrapar el baile,
porque vio tu alma nacer,
y lo único que quiere es tu corazón.
Si alguna vez penetras por descuido en el castillo oscuro de lo sentimientos,
si de pronto no alcanzas a ver más allá del cielo
y el frío del silencio te gana la espalda…
Si el vuelo del cóndor es ya tan alto que apenas puedes verlo,
y el olor salado del mar no penetra ya en tus sentidos…
No temas, hay quien seguirá a tu lado pase lo que pase,
porque no le importa si eres verde, roja o amarilla,
si disfrutas con el susurro de los pájaros
o si lloras al ver morir el sol.
Porque al que escribe estas letras no le importan las reglas,
ni siquiera tu forma de atrapar el baile,
porque vio tu alma nacer,
y lo único que quiere es tu corazón.
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